domingo, 2 de septiembre de 2007

El toro negro.





El símbolo... el tótem.

Saliendo furioso de mis sueños, simbolizando la fuerza, la energía creativa...

En la antigüedad, un ritual aseguraba al hombre primitivo la eficaz cacería... pintando en las paredes la escena del sacrificio.

Y yo estoy acá, pintando al toro negro en mis propias paredes, enloquecida, con sangre mezclada de atrabilis, golpeando las murallas, esperando su llegada.

Ansiedad.

Un puñal en el brazo, sanguijuelas en la espalda, drenando la sangre negra, exorcizando la tristeza.

Quisiera mantener cerrada mi boca eternamente y no decir más.